© Monticello Antique Marketplace
¿Te pondrías ropa "antigua" si estuviera de moda?
El término vintage viene del inglés y significa vendimia. Y es que igual que el buen vino mejora con los años, los clásicos de la moda, el cine o el automovilismo, también. Muchas veces es necesario que pase el tiempo para revalorizar objetos que quedaron en el olvido. Como por arte de magia, la tendencia 'vintage' hace que todos estos recuerdos del pasado vuelvan a ver la luz e incluso a gozar de la misma consideración que tuvieron en su época de oro.
Realmente se tratan de objetos de segunda mano únicos por su originalidad. A diferencia de las piezas de hoy en día, que se fabrican en serie, muchas de estas joyas rescatadas de décadas pasadas son objetos artesanales. Adquirir objetos 'vintage', por lo tanto, le hará sentirse diferente y también le entretendrá porque dar con ellos no suele ser una tarea fácil... Tal vez se lleve una sorpresa si prueba a buscar en los desvanes de su casa o en los baúles de su abuela. Si no, los mercadillos, las tiendas de segunda mano e incluso Internet son buenos lugares para rescatar objetos del pasado.
El vestido de novia de mamá
La moda es uno de los campos donde se ha hecho más popular el término. La tendencia empezó hace unos años en los Estados Unidos cuando clientas de la alta sociedad de Manhattan, que buscaban personalizar su atuendo y elaborar un fondo de armario diferente y muy particular, se interesaron por básicos de grandes firmas de alta costura. Series como “Sexo en Nueva York” hicieron el resto, y actualmente podemos ver pasear la moda de otros tiempos no sólo a las famosas de Hollywood, también a la gente corriente.
En países como Inglaterra la fiebre por vestir ropa antigua llega hasta a los trajes de novia. En este caso la inversión si que merece la pena: en establecimientos que comercializan con ellos, como los de la ONG Oxfam, puede llegar a ahorrarse cerca de 3.000 euros. Esta ventaja, unida al hecho de no tener que esperar meses para la confección del traje, hace que cada vez sea menos extraño ver a novias lucir en su gran día modelos de los 70.
Pero si hay que elegir una década 'vintage' por excelencia de la moda, esa es la de los 50, edad de oro de la alta costura. Entre los modistos más codiciados están Dior, Balenciaga y Coco Chanel. Maestros de la aguja de hace medio siglo que resucitan en plena calle a través de sus creaciones. Aunque el estilo de éstos y otros grandes creadores ha seguido inspirando a sus respectivas casas de moda (que incluso han sacado trajes y complementos que son copias renovadas de los clásicos), la debilidad de la tendencia son los originales: bolsos, zapatos, chaquetas y vestidos de noche que conservan intactos la elegancia del pasado.
Cualquier tiempo pasado fue mejor…
La tendencia gana adeptos día a día no sólo en la moda, también en otros campos. Desde la decoración hasta el automovilismo pasando por el cine, cualquier ámbito está lleno de nostálgicos dispuestos a hacer lo que sea por conseguir el objeto de sus sueños. Los sentimientos tienen mucho que decir en torno a todo lo 'vintage', y eso es algo que se demuestra claramente en el caso del cine o de las series de televisión. Adaptaciones, reposiciones de clásicos...el público pide una vuelta a un pasado que le hace evocar sus mejores recuerdos. Y es que por lo general tendemos a pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor.
La moda parece que también lo cree así y no deja de inspirarse una y otra vez en décadas pasadas con aires renovados. A veces da la sensación de que está todo inventado o de que nos resistimos a afrontar nuevos retos creativos, aprovechando la riqueza de otras épocas. Con los coches pasa algo a parecido aunque a una escala menor. Las casas ya llevan años reciclando modelos míticos como el escarabajo o el mini. Los últimos en apuntarse a esta tendencia son las nuevas versiones del Chevrolet, el Ford Mustang y el Fiat 500, a punto de salir al mercado.
En el caso de los coches, se aplica de forma estricta no a todos los modelos antiguos sino los de una época concreta: la comprendida entre 1919 y 1930, años de transición en los que los vehículos se volvieron más prácticos y confortables que los de la Primera Guerra Mundial. Algunos, incluso, empezaron a comercializarse con una radio incorporada. Ahora estas reliquias del pasado son el objetivo de coleccionistas de todo el mundo que no tienen ningún reparo en volver a conducirlos si el motor se lo permite. La tendencia aporta un toque de distinción en una sociedad de masas que valora más que nunca los clásicos.
Fuente: Agencias
© Monticello Antique Marketplace